Asalto a un autobús culminó con un muerto y un herido
El robo fallido ocurrió en la línea Conductores de Miranda (Gustavo Bandres)
Quien asesinó a los presuntos asaltantes se marchó sin esperar la llegada de la policía
LAURA DÁVILA TRUELOEL UNIVERSAL
La mañana del pasado viernes un grupo de pasajeros que hacía la ruta
Petare-Guarenas en uno de los autobuses de Conductores de Miranda, vieron cómo dos muchachos que subieron armados para robar a los pasajeros caían uno muerto y uno herido en el suelo de la unidad.
Quien atacó a los delincuentes era un hombre armado que, tras disparar con precisión a la cabeza de los dos jóvenes, pasó por arriba de los cuerpos, se bajó del autobús y se marchó sin decir nada ni esperar la llegada de la policía.
Los funcionarios adscritos a la subdelegación de El Llanito del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas identificaron a los dos muchachos como Gimmy Marcelino Lara Flores, de 25 años, y Jesse Junior Cantillo Blanco, de 18 años. Lara fue trasladado al hospital Pérez de León con una herida en la cabeza, pero falleció antes de llegar. Cantillo fue llevado al Domingo Luciani de El Llanito donde se recupera de dos heridas: una en la región nasal y otra en el cuello.
En la morgue de Bello Monte los familiares de Lara esperaban que les entregaran el cuerpo del muchacho. Allí comentaron que era el menor de 8 hermanos y que trabajaba de 9:00 de la noche a 6:00 de la mañana como caletero en una empresa de lácteos, dijeron no saber cómo mataron al joven. Afectados, los dos hermanos de Lara parecían desconocer si en efecto su hermano estaba involucrado en alguna actividad delictiva. Los efectivos del Cicpc han interrogado a los testigos para tratar de establecer la identidad y el paradero del hombre que se marchó tras disparar a los dos jóvenes.
Un ciudadano armado, posiblemente de manera ilegal debido a las leyes de "pacificacion" (lease de desarmamiento de civiles) Venezolanas neutraliza a dos criminales. Dos criminales que se levantaron pensando en los dinerillos que iban a robar de gente honesta terminan uno en el hospital y otro en la morgue: basicamente donde merecian estar. Pero para la reportera o su editor, esto no es mas que un homicidio y lo sabemos por el uso de la siguiente oracion:
"Quien asesinó a los presuntos asaltantes se marchó sin esperar la llegada de la policía."
Mientras no sepamos hacer disticion entre asesinato y auto-defensa, los criminales seguiran teniendo las de ganar. Por una vez, los Buenos le ganaron la partida a los Malos. Quien haya sido el que saco de circulacion a ambos bandidos debe ser consagrado como heroe y no como Asesino.
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